martes, 27 de septiembre de 2016

Abrí los ojos con la garganta cargada,
y palabras extrañas,
ajenas,
mal apropiadas.
Sos el mal sueño al que le falta una cara,
un nombre,
una voz, un sexo, 
una mirada. 

No puedo seguir consejos,
ponerme la palabra de ese Dios que tanto hablan,
ni una cruz amarrada, 
no puedo ser la que mal cita poetas felices
con sonrisas en la cara,
es tarde para empastelarme los sentidos,
brilla el Sol
pero tengo frío.  

Sigo entre las sábanas que atestiguan cuándo
pero no cómo,
que saben a placeres y deseos,
pero no de vos,
el del mal sueño sin existencia. 

viernes, 2 de septiembre de 2016

Ese es el cuarto al que nadie entra
invisible
no se ve
no hay puerta,
y yo ahí dentro...siempre en el mismo lugar.

Esa es la grieta 
al lado de la cueva de una araña
y un plato viejo de comida abandonada,
al lado de bolsitas con golosinas masticadas,
destrozadas, ocultas, degustadas, 
y yo ahí enfrente...siempre en el mismo lugar. 

Es ese el número ofuscado
como un viaje al planeta desahuciado, 
y ese el reflejo borrascoso
de un espejo despreciado,
y no hay ventanas para saltar,
ni puertas que quiera abrir,
porque estoy siempre en ese lugar
donde reina el suplicio que no quiere morir. 

Y aunque cada tanto salga
a ejercer mi labor de muchacha joven llena de entusiasmo,
estoy ahí, 
imaginando ese lugar
despreciando todo lo que me aleja de ese afán perdurable
que pensé haber terminado
porque había callado,
pero siempre vuelve a gritarme,
y yo estoy ahí, 
otra vez,
siempre en la misma esquina del cuarto oscuro,
solemne, 
y quizá no pueda derrumbar las paredes
pero tal vez puedan ellas terminar conmigo,
francamente ese es mi anhelo
pero sigo ahí, siempre ahí, acá.